Aprender y educar… una
ruta paralela durante toda la vida
Por: Dra. Kattia Chacón
B, MBA[1]
Palabras claves: aprender, educar, niñez,
adolescencia, adultez, educación formal, educación informal, experiencias,
vivencias
"Los
hombres aprenden mientras enseñan” Séneca
Primeramente, Delors (1996),
destaca que el aprendizaje es un proceso que se da a lo largo de la vida a
través de aprender a conocer y a hacer, lo que sucede desde los primeros años cuando
se educa a los niños acerca de los valores, el rol de los miembros de la
familia, de la comunidad e incluso los inicios de una comunicación efectiva y
aquellos comportamientos que se desean fomentar para ser futuros ciudadanos en
los cuales se depositan las nuevas sociedades y culturas. Esta relación
aprendizaje-educación es experiencial y vivencial.
En segundo lugar, aprender y
educar están inmersos en la realidad educativa formal que se ofrece en los
niveles preescolar, escolar, secundaria y universitaria, lo que se supone transitan
una cantidad importante de personas –aunque muchos no tengan acceso a dicha
educación lastimosamente-, en una democracia donde se entiende que la
oportunidad de formarse es vital para alcanzar niveles profesionales y
laborales que requiere el mercado y con ello las economías locales e
internacionales como símbolo de crecimiento y desarrollo que favorece a los
países.
Por otra parte, también hay una
forma de instruirse sin que intervengan las aulas o la educación familiar que
recibimos, me refiero a la educación informal centrada en lo que la vida ofrece
a través de las experiencias de otras personas o situaciones, es decir, todo lo
que se aprende cuando se abre la mente y espíritu para recibir de los demás lo
que se considera necesario para fortalecerse como ser humano y seguir
creciendo.
Bajo
este contexto, aprender y educar es una ruta paralela lo que significa que a lo
largo de nuestra existencia nos preparamos para vivir y aplicar lo que sabemos.
Desde pequeños nos educan para crecer, ya siendo niños con edades intermedias
nos enseñan en las aulas, lo mismo que en la adolescencia y en la adultez joven
–o al menos en muchos de los casos-, a prepararnos para ser ciudadanos y
devolver a la sociedad lo mejor a través de las profesiones que se estudian. No
se deja de lado que también la vida
misma nos enseña en cada momento, por lo que es válido decir que estamos todos
expuestos siempre al aprendizaje y siempre habrá algo o alguien que nos educa.
Referencias
Delors,
J. (1996). Los cuatro pilares de la
educación. Informe a la UNESCO de la Comisión
Internacional
sobre la educación para el siglo XXI, Madrid: Santillana UNESCO
[1] Psicóloga y
Mercadóloga de profesión. Consultora y capacitadora en el área de Negocios,
Marketing y Virtualidad; asesora de empresas locales e internacionales y profesora
universitaria con 17 años de experiencia en universidades estatales y privadas
del país. E-mail: kchaconcr@gmail.com
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ResponderEliminarBuenas noches Kattia, al igual que otros blogs existe un consenso en que aprender y educar es un proceso que se da no sólo en las instituciones de educación formal, sino en educación informal y en contextos sociales más allá de las aulas. Por su parte, aunque el aprender y el educar sea una ruta paralela considero que ante este proceso también está involucrada una intencionalidad voluntaria del individuo por querer aprender o enseñar y que se encuentra mediada por una motivación.
ResponderEliminarSaludos.
Estimada, así es! la acción voluntaria de la persona es parte fundamental de la motivación para aprender. Debemos estar atentos como docentes para identificar cuáles son las razones que motivan a las personas a estudiar, ya que a través de dicho conocimiento, podemos generar estrategias para educar. Nótese que aprendizaje y educación son entonces un vínculo o como le llamo una RUTA PARALELA que funciona cuando ambas partes demuestran sus intereses (el estudiante lo que le motiva a aprender y el docente, lo que planifica para que el estudiante se eduque). Saludos, Kattia Ch.
EliminarHola Kattia: En algunos de los puntos coincidimos en nuestros ensayos. Aprender y enseñar son actividades que se aplican o practican a lo largo de la vida y no hay un espacio ni lugar definidos para desarrollarlos. Muy importante lo que anota cuando se refiere a la realidad educativa nacional, las brechas económicas, culturales, generacionales, geográficas y demás que podrían limitar a las personas a que alcancen una educación formal adecuada y con la oportunidad de desarrollarse profesionalmente.
ResponderEliminarEstimada Fanny, tal vez y los elementos que señala al final del comentario son los que detienen a muchas personas para aprender. Pero, más que los obstáculos presentes en la vida cotidiana, lo que debemos tener presente es la intención y motivación del estudiante por aprender.
EliminarConozco de casos que estudian a distancia con la UNED y que la oportunidad de estudiar la buscaron en los lugares más recónditos del país, donde desplazarse era imposible, donde tener tiempo no era factible y donde las obligaciones laborales o familiares no les permitían educarse. Estas personas "rompieron" el mito del no se puede y empezaron a buscar alternativas. Trabajé en la UNED 8 años dirigiendo un programa de posgrado y allí también viví esta experiencia. Es tan grato saber que el que quiere... puede! y los docentes, debemos estar allí para apoyar esas decisiones. Saludos, Kattia Ch.
Hola Kattia.
ResponderEliminarEs poco probable que en nuestros ensayos algunos de nosotros no hagamos mención de un aspecto de mucha relevancia cuando se habla de educar y aprender: la educación informal. Creo que de los mejores aprendizajes que podemos obtener en la vida es precisamente a través de esta modalidad, lo que nos van enseñando las experiencias, propias y ajenas, pues en ocasiones dichas experiencias son transmitidas por otras personas como anécdotas que sean o no relevantes, siempre vienen cargadas de un mensaje que podemos aprovechar para enriquecimiento de nuestro aprendizaje.
Saludos.
Estimada sin duda! tal vez es el aprendizaje informal el que más IMPRIME en la persona el sello de la experiencia. Las empresas quieren personas que sepan y hayan cursado la educación formal como "garantía" de que saben, pero... también buscan con vehemencia, profesionales que no solo sepan la teoría, sino que ejerzan lo que han aprendido en la práctica.
EliminarLos jóvenes que están estudiando una carrera universitaria, en muchos casos apenas la primera carrera, son excelentes para formarlos al modo de la empresa. Pero aquellos estudiantes con "espuela", son los que buscan las empresas para que sean decisores, guías permanentes de los jóvenes talentos y quienes APLIQUEN LO QUE SABEN de la informalidad que les ha educado.
Saludos, Kattia Ch.